Alto ROI y eficiencia:
Según estándares de la industria, por cada dólar invertido en iniciativas tecnológicas (p. ej., transformación digital) con apoyo consultivo, las organizaciones pueden obtener un retorno de 5 a 10 dólares. Además, se ha observado un aumento del 15-20% en
la eficiencia operativa al aplicar marcos estructurados con ayuda de consultores. Incluso, un análisis de Gartner encontró que las empresas que toman decisiones basadas en datos (muchas veces gracias al asesoramiento externo) incrementaron su rentabilidad en un 30%.

¿Consultoras tecnológicas: aliadas estratégicas o gasto innecesario?
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Ahorro de costes significativo:
Los expertos estiman que externalizar el soporte IT (p. ej., mediante outsourcing o consultorías especializadas) puede reducir los costos de TI entre un 25% y 45%, a la vez que aumenta la eficiencia operacional en un 45-65%. De hecho, el 33% de las empresas que colaboraron con un proveedor tecnológico lograron ahorros del 25-49% en sus gastos anuales de TI, e incluso un 13% ahorró más del 50%. Asimismo, un estudio de Deloitte halló que las organizaciones que hicieron evaluaciones integrales de sus procesos con consultores identificaron un 25% más de áreas donde recortar gastos. En términos de optimización, McKinsey reporta que la automatización, a menudo implementada con asesoría especializada— puede recortar 20-30% de los costos operativos . -
Más probabilidad de éxito en proyectos complejos:
Contar con expertos externos puede aumentar drásticamente las probabilidades de éxito en iniciativas de transformación. Boston Consulting Group (BCG) analizó 900 transformaciones digitales y encontró que solo 30% alcanzaron sus objetivos completos. Sin embargo, identificando seis factores clave (como tener una estrategia clara y talento experto apoyando la ejecución), esas mismas probabilidades de éxito pueden subir hasta 80%. Un factor crítico es el talento: solo 1 de cada 4 organizaciones posee internamente todas las habilidades necesarias para una transformación digital exitosa, lo que explica por qué el apoyo de consultoras y especialistas externos suele ser decisivo para llenar esos vacíos de conocimiento. -
Tendencia: más demanda de consultores tecnológicos:
Diversos indicadores muestran que las empresas están recurriendo cada vez más a consultoras para afrontar retos tecnológicos. Por ejemplo, una reciente encuesta del Censo de EE. UU. reveló un aumento del 129% en la proporción de negocios que planean usar proveedores externos o consultores en proyectos de inteligencia artificial en los próximos 6 meses, comparado con el semestre previo. En España, el sector de la consultoría tech goza de buena salud: en 2023 las firmas consultoras facturaron 21.575 millones de euros (un 9,7% más que el año anterior) 13, y aproximadamente el 31% de esos ingresos provino de proyectos que requerían conocimientos avanzados en cloud, big data, inteligencia artificial, automatización, etc. Es decir, una porción importante del negocio consultor ya está ligada directamente a la transformación digital y tecnológica de las organizaciones. Además, en ámbitos punteros como la IA generativa, 74% de las empresas pioneras afirma que sus iniciativas están cumpliendo o superando el ROI esperado gracias a – logro que muchas veces viene de la mano de asesoramiento experto estas tecnologías para escalar dichas soluciones.
Ahora bien, ¿dónde está el equilibrio? Pese a las cifras prometedoras, no todo es color de rosa. También existen casos y percepciones menos favorables: un estudio de Forbes reportó que 55% de las compañías tuvo experiencias negativas con consultores (falta de conocimiento específico del sector, problemas de comunicación o incumplimiento de expectativas, entre otros). Asimismo, 65% de las organizaciones ve el coste de la consultoría como un obstáculo importante para contratar estos servicios – especialmente en empresas medianas que cuidan cada euro de inversión. Estos datos subrayan que el verdadero valor de una consultora tecnológica depende en gran medida de elegir bien al partner adecuado, definir claramente objetivos y métricas de éxito, y mantener una colaboración estrecha y transparente. Cuando esas condiciones se cumplen, las consultoras pueden ser catalizadoras de mejoras sustanciales; de lo contrario, existe el riesgo de no obtener el retorno esperado.